1195 - Ezequiel 36. La bendición del pueblo. Ez 36:26-27
Descansando en Dios - A podcast by Francisco Atencio
Categorie:
1195 – Ez 36:26-27 – Ezequiel 36. La bendición del pueblo.Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.En esta profecía, Ezequiel habla de la restauración de Israel como nación y el regreso a su tierra. Los montes simbolizaban la fortaleza de Israel. Dios prometió restaurar a Israel no solo material, sino espiritualmente. Para lograrlo, le daría un nuevo corazón para seguirlo y pondría su Espíritu Santo en ellos para transformarlos y darles poder para hacer su voluntad (Ez 11:19-20; Sal 51:7-11). Se vuelve a prometer un nuevo pacto, que se cumplirá finalmente en Cristo (Sal 16:61-63; 34:23-25). Además del regreso a la tierra con el tercer éxodo en el milenio, Dios se comprometió a hacer una completa renovación espiritual: 1) limpieza del pecado; 2) un nuevo corazón según el nuevo pacto (Jer 31:31-34); 3) un nuevo espíritu o disposición para adorarlo; y 4) el Espíritu Santo que mora en su interior, escribirá la Palabra de Dios en sus corazones y les permitirá andar en obediencia a su Palabra. Esto no se ha cumplido todavía para Israel porque no ha confiado en Jesucristo como el Mesías y Salvador, pero tendrá lugar al inicio del reino milenial del Mesías (Zc 12:1-14; 13:1-9; 14:1-21; Ro 11:25-27; Ap 11:13). “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” (Sal 51:10). Veamos las bendiciones prometidas por Dios.B1. No se avergonzarán ante las naciones (Ez 36:1-7). “Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado el oprobio de las naciones. Por lo cual así ha dicho Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta.” (Ez 36:6-7). Israel fue humillado, pero Dios promete castigar a los enemigos de Israel por sus pecados de asolar, tragar, saquear, burlas y malicia. (Ez 36:3–5).B2. La tierra será productiva (Ez 36:8–11). “Multiplicaré sobre vosotros hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán; y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová.” En contraste con las naciones que serían juzgadas, el pueblo elegido recibirá bendición y prosperidad. La abundancia de cosecha contribuirá a que tanto el pueblo como el ganado se multipliquen sobremanera. La nación volverá a gozar de la prosperidad que tuvo en el principio, cuando Dios la engrandeció y servirá para enseñarles quien es el Dios vivo y verdadero.B3. La tierra será herencia de Israel (Ez 36:12–15). Dios traerá a los hebreos para que tomen posesión de los montes otra vez cumpliéndose el tercer éxodo. La tierra de Israel será su herencia. Nunca más volverá a ser el instrumento del juicio del Señor sobre su pueblo. (Is 51:22-23).B4. Un recuerdo de su pecado (Ez 36:16-21). “Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.” (Ez 36:21). Dios usando la figura literaria antropopatia dice “he tenido dolor” y les recuerda los pecados cometidos contra Él y la vergüenza que han traído a su nombre. Les recuerda el castigo que tuvo que mandar para corregirlos.
