Atrévete a ocupar tu lugar

Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland

  «Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con los hombres... el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que al ser justificados por su gracia viniéramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna» (Tito 3:4,6-7) Un pacto de gracia. Eso es lo que nosotros tenemos con el Dios todopoderoso. Si en realidad entendieras la importancia                                                                                                                                            de este pacto, nunca más serías el mismo. ¿De qué se trata exactamente ese pacto de gracia? Es una relación de favor que te da acceso al poder de otra persona. Una ilustración del pacto de gracia es el pacto que los miembros de las antiguas familias sicilianas tenían con el “padrino” de la “familia”. En ese clan, una persona en una situación de desventaja podía pedirle al padrino un favor. El padrino decía: «Te concederé este favor y a cambio te pediré otro. Llegado el momento oportuno, te haré saber cuál será ese favor». Una vez que el padrino decía esas palabras, la persona en desventaja se llenaba de emoción. De repente, sabía que se había quitado un gran peso de encima. Si alguien trataba de causarle problemas, ese alguien tendría que entenderse con el padrino, quien ejercía todo el poder. La actitud de la persona en desventaja cambiaba por completo; salía de la presencia del jefe de la familia con la confianza plena de que no tenía de qué preocuparse. Ya no se veía a sí mismo en su mente pequeño y sin poder. Había obtenido favor (o gracia) con el poderoso. Esa persona se iba pensando: “Todo está arreglado. Sólo debo cumplir lo que el padrino me pida―y él sabe que no tengo nada; así que cualquier cosa que me pida que haga, él proveerá los medios para hacerlo”. Eso es gracia: la voluntad de Dios para establecer un pacto de sangre con nosotros mediante el cual nos da todo lo que Él tiene a cambio de todo lo que nosotros tenemos. Él tomó nuestro pecado para entregarnos a cambio Su justicia. Tomó nuestras enfermedades para darnos Su salud. Él tomó nuestra pobreza para suplir todo lo que necesitamos conforme a Sus riquezas en gloria. Siempre que Dios nos pide que hagamos algo, Él pone a nuestro alcance todo lo que necesitamos para hacerlo. El gran Jehová, el Dios del cielo y de la Tierra, es nuestro Padre Dios. ¿Comprendes lo que eso significa? Si estás cubierto por la sangre de Jesús, has sido hecho un hijo de pacto del Ser más poderoso del universo. ¡Atrévete a ocupar tu lugar en la familia! Lectura bíblica: Lucas 4:14-21   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

Visit the podcast's native language site